miércoles, 19 de octubre de 2011

La verdadera carta de amor es invisible.

"Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho"
J.J. Rousseau


Cartas, letras y más letras que ayudan a reflejar lo que sólo los ojos pueden: Amor.
...y mientras las escribes, observas tras la ventana los reflejos de la luna iluminando tu piel, y te planteas si estás haciendo lo correcto. Tan sólo sonries y como una enamorada de las novelas de shakespeare sigues escribiendo.

Retrocedes al siglo XIX,
cuándo estas cartas servían para "algo" y piensas que a tí también pueden servirte.
Ilusa.

No es hora de echar nada en cara, ni de arrepentirnos.
Tampoco es hora de perdonarnos, tan sólo de leer cartas de amor.

Voy a enterrar todo entre mis recuerdos y tiraré la llave al mar.
Y dejaré todo mi rencor entre escombros de viejas ilusiones, para que las nuevas salgan de entre las nubes.

Hace un año,
cuándo se me podría comparar perfectamente con un naufrago en las aguas del amor,
apareció tu voz,
gritando mi nombre.

Sin nisiquiera tú saberlo.

Y poco a poco volví a visitar esos lugares tan bonitos que mi mente siempre imaginó.
Lugares más bonitos aún que mi propio París.

Y comenze a verte... sin querer.
Y frases que reactivaban su propio espacio en mi memoria fueron haciendo huella durante todos esos meses.


Aútomaticamente, algo trabajaba dentro de mí. Escribiendo nuestra propia carta de amor.
No es para cupido, ni para el poderoso Dios, para nadie...
Sólo para nosotros.

Y en momentos cómo estos es cuándo las ganas de releerla me invaden con ansias.
No te hablo de ninguna de las cartas que te he dado.
Ni de manuscritos de amor escondidos por mi habitación, esperándo a abrazar tus manos.
Te hablo de la carta que los dos solos hemos escrito.
De esa carta que todo el mundo envidia.
De esa carta que ha sobrevivido las más tenebrosas tormentas o las más crueles guerras.
Y qué a la vez, nunca había sentido tanto amor.


Cada vez que releo esa carta, pasando por sus buenos y maravillosos momentos, llegar a los malos y pisarlos con miles de sonrisas, para que no valga la pena estropearlo de nuevo, retrocediendo en el tiempo cuándo cierro los ojos para sumergirme en los mejores recuerdos, llego a tí.
Y besos, abrazos, lágrimas, lugares, fechas, miradas tiernas, (porqué nunca había encontrado una más tierna que la tuya), ilusiones.... y ahí me quedo.

La carta no ha acabado, los folios tienen un extraño color apagado, y están ligeramente arrugados, cómo si llevara aproximadamente un año guardada.
El corazón me late cada vez más fuerte cuándo observo que aún no tiene final,
quiere escribirlo él.

Y a pesar de las insinuaciones de "otros corazones",
sigue queriendo escribir el final de esta carta,
y quiere escribirla tan lentamente como sea posible.
Que los folios sigan "haciéndose viejos", mientras en ellos escribe sin parar.

Y sin mancharlos de tinta roja cómo la sangre que ha derramado cada vez que se ha roto.
Ni mojarla del agua salada del mar que ha salido de sus ojos.
Mi corazón tan sólo quiere seguir escribiendo amor, en la misma carta de amor, que una vez comenzó con amor.


Y me susurra al oído,
que le queda mucho que escribir.




P.D: Te voy a hacer feliz.

Jen.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Cómo sabes si estás enamorada?


Darte cuenta de que quizás todo sea un episodio de tu vida, quizás esa propia vida te está poniendo a prueba y le estás dando el gusto de no superarla. Y es ahí cuando te armas de valor para plantarle cara a tu vida, y mejorarla, y superar esa dichosa prueba, y buscar las respuestas que siempre has deseado encontrar.

Darte cuenta una y otra vez, de que los quizás siguen estando ahí, y que cada vez te gustan menos. Porque odias que todo sea dubitativo, quieres las cosas claras.

Dónde existe un aquí y ahora, no existe nada más.




LLegas a casa, más temprano de lo normal. Demasiado, piensas. ¿Dónde quedaron las tantas horas juntos?.
Y analizas que todo está mas raro que siempre, que no esta tan mal como antes.... sino peor.

Que ya las mismas bromas no hacen la misma gracia, ni las mismas miradas causan las mismas ansias, ni las mismas sonrisas las mismas sensaciones, que te retuerces del dolor, pero en silencio.
Y te desesperas, te vuelves completamente loca hasta llegar al punto de pensar si de verdad lo estás.

Canciones, tazas de té, revistas, un libro, pelis... nada te sustrae de esta extraña realidad. Y es entonces cuando te das cuenta de que quizás sea hora de hablar con ella. Esa mujer, que siempre esta presente al fondo del pasillo, en la habitacíon más grande y bonita de la casa.




Sí, hablé con mi madre del amor, que por su edad mucho sabía. Y sientes que es una de esas conversaciones más transparentes y sinceras que hayas tenido. Y le preguntas, ¿Cómo sabes si estás enamorada?.

Regresas a tu habitación, ya han pasado 3 horas.
Y piensas en clasificar al amor...

Está el amor que saca lo bueno de tí, que todo lo ves color rosa, no existe otra expresión en la cara cuando sale el sol que una sonrisa por estar un día más con él.



Está el amor que saca lo peor de tí, el que no ves más allá que una búrbuja dónde está sólo él, el amor que te hace llorar a diario porque no entiendes cómo le puedes querer tanto después de todo el daño, el amor que te hace cambiar el sueño, y cuando únicamente estás tranquila es cuando estás con él, con su presencia. El que te hace volverte loca, y cambiar totalmente de personalidad.



Está el amor qué te promete, el amor que esta ilusionado las 24 horas del día, el amor que podría bajarte el mundo si se lo pidieras y que de repente sin saber cuál ha sido el fallo desaparece, y ese amor queda permanente, como un tatuaje, por el resto de tus días.




Está el amor inesperado, el que comienza con una amistad. El amor inesperado te engaña, te atrapa y cuando te has dado cuenta es demasiado tarde, a pesar de todos sus defectos, le amas desesperadamente.



Supones que existen muchos más tipos de amor... unos mejores que otros, tal vez...
Te paras a pensar, y llegas a la conclusión de que ha sido un pecado clasificar al amor.. el amor es PURO, y brilla en los ojos de esas dos personas que se aman.

El amor es lo que podría cambiar o mover el mundo, es lo único que tiene la fuerza suficiente cómo para derrumbar a una persona sin tocarla o elevarla hasta el cielo.

Y supones que cuándo se está enamorado, la última cosa que harías es preguntarte si lo estás.




an enormous kiss (of love)


Jen