Las últimas rafagas de viento que enfrían mi cara.
las primeras lágrimas que salen después de irte, me vuelve a invadir la rabia. Odio llorar.
Quiero ser feliz... contigo. Me vuelvo inmadura, prometí no volver a caer.
La cerradura está más dura que nunca y el ascensor más lento del mundo.
Entro.
Me quito la ropa, desearía ponerme tu camisa favorita. Me conformo con mi pijama, y como una niña pequeña me siento extrañamente arropada.
Una infusión, miles de palabras se mezclan en mi cabeza, no sé a dónde quiero llegar.
¿Y ahora que se supone que debo hacer? ¿Que va a pasar?.
Habitación, cojo un libro. Una página, dos, seis... no me ayuda. Vuelves tú, y esas palabras, y ese momento.
Me rodea un cómodo desorden. Revistas de moda. Cosméticos, la ropa de ayer... Busco algo que hacer.
Me tumbo en la alfombra, otra vez tú. Y vuelvo a llorar, como estoy sola no me reprimo y como si tener las mejillas empapadas me satisfaciera sigo llorando.
No quiero que te vayas. No quiero irme.
Sé que aunque me cueste reconocerlo, te echaría de menos.
Me pongo a pensar, mil y un planes dichos y por hacer. Unas pequeñas vacaciones. Otras más grandes un poco más lejos.
No puedo más, cojo otro libro. Otras seis páginas inleíbles.
... Losiento.
No llego a escribirtelo en la BB.
Ganas de tomar copas con el estómago vacío y sin que nadie te reconociera.
...ganas de que si digo que no me afecten las cosas, NO ME AFECTEN.
En fin, ganas de controlarme.
Y de vivir como todos estos días atrás, porque quizás no te lo haya dicho, pero he sido feliz.
Después de dos horas, después de esperar a que la BB sonara, de escribirte, de pensarte... me tumbo en la cama.
Cierro los ojos. Otra vez tú...
J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario