martes, 29 de marzo de 2011

No te vayas.

Las últimas rafagas de viento que enfrían mi cara.


las primeras lágrimas que salen después de irte, me vuelve a invadir la rabia. Odio llorar.

Quiero ser feliz... contigo. Me vuelvo inmadura, prometí no volver a caer.


La cerradura está más dura que nunca y el ascensor más lento del mundo.

Entro.


Me quito la ropa, desearía ponerme tu camisa favorita. Me conformo con mi pijama, y como una niña pequeña me siento extrañamente arropada.

Una infusión, miles de palabras se mezclan en mi cabeza, no sé a dónde quiero llegar.

¿Y ahora que se supone que debo hacer? ¿Que va a pasar?.

Habitación, cojo un libro. Una página, dos, seis... no me ayuda. Vuelves tú, y esas palabras, y ese momento.

Me rodea un cómodo desorden. Revistas de moda. Cosméticos, la ropa de ayer... Busco algo que hacer.

Me tumbo en la alfombra, otra vez tú. Y vuelvo a llorar, como estoy sola no me reprimo y como si tener las mejillas empapadas me satisfaciera sigo llorando.

Miedo.

No quiero que te vayas. No quiero irme.

Sé que aunque me cueste reconocerlo, te echaría de menos.

Me pongo a pensar, mil y un planes dichos y por hacer. Unas pequeñas vacaciones. Otras más grandes un poco más lejos.

No puedo más, cojo otro libro. Otras seis páginas inleíbles.



... Losiento.


No llego a escribirtelo en la BB.


Ganas de tomar copas con el estómago vacío y sin que nadie te reconociera.

...ganas de que si digo que no me afecten las cosas, NO ME AFECTEN.

En fin, ganas de controlarme.


Y de vivir como todos estos días atrás, porque quizás no te lo haya dicho, pero he sido feliz.

Después de dos horas, después de esperar a que la BB sonara, de escribirte, de pensarte... me tumbo en la cama.


Cierro los ojos. Otra vez tú...


J.

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