lunes, 4 de abril de 2011

It's over.



Rutina. Monotonía. Rabia.


Esa rabia que te empuja a ser como eres, a que pases de todo, a que grites y desafíes a cualquiera. Y quieres superarles a todos, y mandarlo todo a ese sitio tan feo que es impronunciable, y decirle a todo el mundo que te deje en paz. Porque estás harta de esta pequeña guerra que tienes adentro. Esa misma rabia que a solas, te hace sentir la persona más pequeña e insignificante del mundo...


Hasta que te das cuenta de que todo puede contigo, de que por más fuerza que tengas no logras empujar todo esto. Te caes, resbalas y vuelves a caer y nadie te ayuda.


Sola. Más que nunca.


Y perdida. Perdida entre tanta gente. Los segundos pasan más rápido que nunca, y no sabes como pedir que paren. El sol es raro, los días son raros. Estás perdiendo el tiempo, te das cuenta pero no puedes hacer nada. Alguien o algo te está agarrando.


Ella está egocéntrica y cruel. Las palabras se clavan como puñales, y con cada una de ellas una lágrima. Ríos de agua salada por mis mejillas.


¿Por qué?.


Mañana todo irá a mejor, lo sé. Lo espero, lo ansío.


Y llegó mañana...




..aquí sigo.

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